Salao y Mixtolobo en Festival Connexions
16/10/2015 La [2] de Apolo, Barcelona
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Texto Marc Ferreiro
Fotos Óscar García
Noche completa y poliédrica, la del Festival Connexions en La [2] de Apolo. Abrieron la velada los Electro Sweat entre oscuridad, proyecciones e instrumentales en las que uno podría imaginar cómo sonarían los Godspeed You! Black Emperor unidos a los ritmos cojos de Battles. Samples de James Brown y de cantaores ejercían de columna vertebral para temas interesantes pero con algunos tiempos muertos. En algunas proyecciones me pareció reconocer a Peter Gabriel y eso, pensé, quizás era la explicación de todo.
Tras ellos, los Mixtolobo iniciaron su actuación con un tema a ritmo de bulerías electrificadas que albergaba espectaculares solos de guitarra. En el centro, una humilde silla de madera con asiento de paja esperaba a su dueño, silente, pero majestuosa. Pocas veces una imagen es tan profética. Apareció Salao y nos propulsó a otros reinos. De la pirotécnica interpretación de músicos más que solventes a las profundidades insondables del quejío más auténtico. Con su voz insuflada en tabaco, con ese sonido telúrico que nos recuerda a Camarón, con su seriedad en el gesto, parco, y su dramatismo en el cante, Salao dejó clara la diferencia entre artesano y artista. Sobre todo en un martinete, acompañado sólo de palmas y acentuado por elegantes toques en la batería, que fue la cima de la noche. Lógico que no hicieran bises. Tras tocar el cielo, sólo queda bajar.

Marc Ferreiro
Proveniente del extrarradio de Barcelona, Marc Ferreiro siempre ha querido dinamitar las limitaciones culturales y del entorno. Apasionado por la música, el cine, la narrativa, el teatro y, en definitiva, cualquier manifestación creativa, considera el periodismo como una forma de compartir experiencias. Tras formar parte de publicaciones pioneras como aB (anteriormente, aBarna), ha seguido colaborando en numerosas revistas y webs culturales. Actualmente prepara un libro que recopile sus entrevistas.