Ryley Walker en Barcelona
20/11/2016, Sala Sidecar, Barcelona
8,7
Fotos Cristina Moral
En su segunda visita a Barcelona en apenas dos años (la primera fue en el BAM de 2015), el cantante, guitarrista y compositor de Chicago Ryley Walker confirmó lo que sus ya tres excelentes LPs a su nombre no hacen más que proclamar a gritos: en el futuro ha de ser una de las figuras del folk-rock americano por su estilo floreado y permeable a multitud de influencias.
Le precedió la brooklynita residente en Los Angeles Itasca quien presentó su tercer LP lak(Paradise of Bachelors, 2016), su primer disco grabado con banda completa. Bajó Itasca se esconde Kayla Cohen, quien se mostró dubitativa y rígida sobre el escenario con continuos problemas de ajuste de sonido, pese a emplear sólo su voz y su guitarra, como si no estuviera habituada a actuar en solitario. Pese a todo, pudimos disfrutar de unas canciones llenas de respeto por la tradición folk y, sobre todo, de una voz cristalina que recordaba lo mejor del folk británico de los sesenta. Esperemos poder verla muy pronto en mejores condiciones.
Cuando Ryley Walker subió al escenario con un enorme gin-tonic en la mano, nos sorprendió el cambio en su aspecto físico: con el pelo más largo y algo descuidado aparentaba muchos más de los veintisiete años que tiene en la actualidad. Afortunadamente, su música pronto nos convenció de que está en un excelente estado de forma plasmado en las canciones del magnífico “Golden Sings That Have Been Sung” (Dead Oceans, 2016). Desde la inicial “Sullen Mind” las largas canciones de Walker fluyeron como un amplio río o más bien como la lava incandescente por la suave ladera de un volcán con giros y pausas que llenaban las canciones de rincones y detalles. La interpretación lánguida, con un leve tono adormecido, enfebrecido que aportaba un deje psicodélico les permitía mezclar folk con brillante contrabajo jazzístico, batería con escobillas y teclado Rhodes, dejar espacio para la improvisación y los solos de guitarra del propio Walker y recogerse para dejar cancha a esa voz implorante, desvalida, pero también sutilmente amenazante, que tanto puede llegar a recordar a Nick Drake como a Eddie Vedder (Pearl Jam) o al mismísimo Van Morrison. Esa referencia evidente al maestro de Belfast –la bucólica portada de “Primrose Green” (Dead Oceans, 2015) no engaña y la tensa versión en directo de “Fair Play” tampoco– entronca a Walker con una tradición de folk enriquecido, abierto a la influencia de otras músicas en busca de un perfección casi extracorpórea. Para rematar, la extensa toma de “Funny Thing She Said” llena de meandros y recovecos, tan magnífica que podría estar perfectamente en el “Veckatimest” (Warp, 2009) de Grizzly Bear, alargó el concierto mucho más allá de los pacatos horarios del metro barcelonés. Al día siguiente (lunes) cada bostezo nos recordaba la gloriosa noche anterior y se nos dibujaba una nueva sonrisa.

Half Nelson
Crítico musical que ha visto multitud de modas y estilos nacer, crecer, multiplicarse y morir desde que empezara a colaborar en Ràdio Ciutat de Badalona en 1993. Fan del jazz y del pop británico, aunque todavía impactado por el drum’n’bass, su firma se ha visto prácticamente en todas las cabeceras de prensa independiente (Mondo Sonoro, Go Mag, Rockdelux, Suite, Trax/Beat…) y radio online (ScannerFM) y por su grabadora han pasado muchos de los grandes (Costello, Lowe, Hitchcock, Mills, Craig, May, Saunderson, Gelb, Calexico, Goldie, Size, Flaming Lips, Bon Iver…). También ha contribuido con varios capítulos a “Loops” (Mondadori, 2002) y a “Teen Spirit. de viaje por el pop independiente” (Mondadori, 2004).