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Alberto MonteroArco MediterráneoBcore 8,7Pop-Folk Psicodélico |
Alberto Montero se marcha de la calle “Puerto Príncipe” de Barcelona y se va a recorrer el “Arco Mediterráneo” en su cuarto disco en solitario. El cambio y el viaje le han sentado bien y aunque con “Puerto Príncipe” se puso el listón muy alto, el retrato que hace del paisaje y como logra captar diferentes estados de ánimo con una sonoridad nueva le permiten superarlo.
En “Arco Mediterráneo” el valenciano continúa sorprendiendo con su pop-folk ligeramente ácido sin repetirse. Las canciones que más recuerdan a las de su álbum anterior, sobretodo por la guitarra sudamericana que se oye, son la espléndida la “Flor de naranjo” y “Santiago de Chile”. Las guitarras cristalinas y las voces suaves continúan estando ahí, igual que la percusión, el piano, la flauta y las cuerdas pero ahora usadas de una manera distinta, menos trepidante que en su trabajo anterior, pero con más matices. La percusión a veces se vuelve tropical, el piano añade color a la paleta sonora con la que Montero pinta a la gente, a los paisajes, a los lugares y a la naturaleza que se va encontrando y a los sentimientos y emociones que le provocan. Por su parte, la sección de cuerdas aporta calidez y a veces melancolía a unas canciones que se desvanecen entre coros brumosos y orquestaciones de ensueño, que a veces están iluminadas por el radiante sol del mediodía y otras por un sol crepuscular y otoñal. A la rica instrumentación del disco se le deben añadir unas letras trabajadas, llenas de elementos naturales ya presentes en otros discos suyos, como la madera o el mar y su sal.
En directo Alberto Montero suele tocar “Caramelo de limón” del duo Vainica Doble. La canción dice: “El sol de mi país, ahah, caramelo de limón”. Es el sol el que hace diferente al mar Mediterráneo, el que le da multitud de tonalidades y colores diferentes que Alberto Montero ha sabido capturar en “Arco Mediterráneo”. Un disco que seguro que hubiese encantado al dúo y que será una alegría y un consuelo después de la muerte reciente de Gloria Van Aerssen.

Lidia Noguerol
Lídia Noguerol comparte profesión con Barbara Gordon (Batgirl). Cuando no le toca lidiar con adolescentes descarriados, borrachos y indigentes, se dedica a seleccionar música, cine, libros y cómics. Por la noche, cuando no va al cine o se queda en casa leyendo, transita autopistas y carreteras secundarias y recorre los ejes de comunicación del país, en busca de conciertos de los que hablar por la mañana siguiente en prensa local, portales culturales, blogs y prensa especializada como la extinta Go Mag. Buscando un mundo mejor, ha ido a parar a Blisstopic, un lugar tan excitante como Gotham.